El Cabanyal, barrio que huele a salitre, nostalgia y, ahora, a guiri con aftersun. De pescadores a posturetas, pero con alma de siempre.
Tocaba paseíto por la Malvarrosa, rojito gamba nivel medio, que aún estamos más blancos que la leche. Hora bruja y nos entra la sed de la buena. Momento de bebercio, pero también de comercio, que en mi léxico “tienda” no es.
Doña Turieta quería algo suave, picoteo de ese que no alimenta pero alegra el alma. Tras un garbeo por las calles cercanas al paseo nos topamos con este garito con una carta diferente y que preveo nos va a encajar como tuerca a tornillo.
🍞 SARDINA GROSSA – 4€
Una tosta con sardina ahumada de esas que hablan idiomas, pimiento también ahumado y un toquecito de sriracha pa que arda el paladar.
🐟 BOQUERONES EN SALSA DE MANGO – 7€
Ácido, dulce y salado, como tu ex pero sin traumas. Boquerón tropicalizado.
🥖 EL FARTON – 8€
No es lo que parece. Relleno de paté de pollo al tomillo, con pimienta encurtida y alcaparra frita. Tradición valenciana rebozada en fantasía.
🔥 ESCALIVADA DE CEBA AL FORN – 9€
Cebolla asada que llora de emoción, romesco con miel, y torreznos de bacalao que crujen como secretos de familia.
🐄 VITELLO TONYINA – 12€
Ternera en modo frío, salsa de atún con todo lo que encuentras en la despensa un domingo: anchoas, mostaza, alcaparras, mahonesa.
Y sí, lo acompañamos con fartons. Porque podemos y som valencianes.
🍰 BROWNIE DEL CABANYAL – 6.80€
Coca de llanda, nata líquida, con mermelada de naranja y helado de yogur. Postre con D.O. “Abuela contenta”.
Al final fue un híbrido entre vermuteo y comida, jarto de agradable.