En un mar de franquicias, salsas de nombre impronunciable, tartares y quinta gama, resiste cual gato panza arriba este garito de las Delicias.
Inalterable ante el paso del tiempo y comandado por Miguel se alza este templo del buen comer y el buen rollo. El ejército de clientes habituales y, en nuestro caso, ocasionales…. no le falla. es uno de los mejores sitios para comerte una paletilla al horno (por encargo) o una bandeja de chuletas con patatas en la capital del Ebro.
Mención especial a su selección de quesos, dejaros aconsejar, o a su amplia bodega, sin pijeríos, pero con músculo.
Nos pusimos tibios de todo tipo de brebajes, subiendo la cuenta obviamente. Era día para ello
Precios más que razonables y mantel de papel. Más sitios de estos debería haber, el mundo sería un sitio mucho mejor.
Ah, de segundo postre: cubata
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