Imagina por un momento que llevas comiendo toda la vida jamón fileteado y envasado de 14 pavos el kilo y de repente te preparan un plato de una pata de joselito de 500 ñapos del ala, recién cortada a cuchillo… ese día descubres que has estado comiendo mierda.
Pues algo así me paso el otro día con los mochis de Mochisan. Ya nada va a volver a ser igual, a mi ya no me la dan con queso más.
Mochis artesanos, sin conservantes, hechos en el día… buf, que escándalo lo buenos que están. De Pistacho y de yuzu imprescindibles, pero dale caña a todos sin miedo.
Ah… ¿No sabes lo que es un mochi? Consecuencias de la globalización colega, tan pronto te estás comiendo una paella en Times Square como un mochi en un pueblo perdido de Albacete de 300 habitantes
Los mochis son un dulce tradicional japonés, que se elabora con una masa elástica y suave de harina de arroz glutinoso y envuelven en su interior diferentes rellenos… no lo digo yo, he hecho copypaste de su web.
De beber probamos una cosa extrañísima pero muy rica. Era una bebida a base de una judía roja japonesa, anko creo que era… y no te imaginas como sabía, recordaba a una leche merengada. Por cierto, el mochi relleno de pasta de anko es de lo mas típico en Japón. Rondan los 2.80€ por unidad así que puedes probar unos cuantos sin miedo a no llegar a fin de mes… pero cuidado… vician más que el fentanilo.
Puedes reservar mesita dentro o fuera, pero, reserva, porque me da que está always petao de people.
Menú
