Íbamos a la Bodega Fuente Dé, en la calle Peña Herbosa, una de esas donde a la mínima que hace una temperatura adecuada los cántabros de la capital se acinan en sus mesitas exteriores. Estaba lleno, a tope, así que oteamos los que le colindaban y nos aposentamos en una mesa que había en Parrilla Brasas.
Mantel de papel a cuadros cual picnic, la carta clásica y típica, uno de esos bares – restaurantes de toda la vida…. osea, mesón. Era viernes y disponían de menú del día por 23€ (25 los fines de semana y festivos). Nos encajaba, todo muy proteico y calórico. Veníamos de una semana de comer alfalfa y brotes (ironic mode)
La mini Turieta prefirió un menú infantil de solomillo de cerdo, croquetas y patatas fritas por 10.50€. Todo all right.
Primeros elegidos:
– Jamón y cecina. Nada mal
– Tomate con bonito. Ponía que era de Santoña, pero yo trataba de hablar con el trozo de bonito y no me respondía si era de allí o no.
– Croquetas. 5 croquetones realmente, que junto con un cuenco de sopa te quitarían cualquier resaca
Segunnndos:
-Solomillo de cerdo ibérico. Nada que objetar
-Chipirones. Muy ricos
-Entrecot. muy normalito y algo fea de comer la pieza
Postres:
– Leche frita
– Flan. Creo que era de café… la noche me confunde
– Pudding
Pues eso, un lugar sin florituras, que comes bien y abundante a un precio razonable para ser Santander…. buche lleno, tripada, lo ideal para montarte en un rato en el @losreginas … no tenemos cabeza