Habíamos recogido al Aprendiz de picapleitos expatriado antes de ir al fútbol y a la vuelta del mismo, ante la sequedad evidente de los gaznates, necesitamos de un largo y productivo repostaje de jugo de cebada cortesía de la taberna El Rebate… muy maja gente, además nos juntamos con unos acólitos futboleros con los que departimos amenamente de lo lindo.
Mierda, tanta cerveza se había hecho tarde, aún teníamos que cambiarnos y mejor meter algo sólido al cuerpo que aún quedaba noche.
Preguntamos en taberna Rafaé, iban a cerrar pronto pero nos hicieron el favor. Agradecidos. Entramos pq nos hizo gracia el nombre, tenemos nuestros motivos, sin saber ni que había, ni la calidad de sus viandas.
ENSALADILLA TRADICIONAL 8.90€
Topping de huevo duro y unas tiras que no recuerdo si era zanahoria o boniato. Bastante correcta
FLAMENQUÍN DE RABO DE TORO 13€
Tamaño nachovidaliano. Sin cortar, así que lo hicimos nosotros y lo destrozamos, como si a un Uruk-hai embriagado le das un delicado jarrón chino de la dinastía Ming. Ricas patatas fritas, cosa común y de agradecer en esta ciudad. ¡Muerte a la patata congelada! El relleno de rabo de toro no me congratuló demasiado.
ALBÓNDIGAS MOZÁRABES 12.10€
Muy ricas, salsa con toques de especias como comino.
CARRILLADA IBÉRICA 13.50€
Estupendas, clásicas y superuntables.
SERVICIO DE PAN 1.25€
Cervecita mahou-gnífica a 2.50€
La verdad que situado donde está, en esa esquina con tanto trasiego, podría vender cualquier cosa en plan trampa para turistas y aún así, sin ser un sitio premium o pijotero, mantienen un buen nivel.
Venga va va va!,,, que Sojo Ribera nos espera
