Dia de semana grande, todo más petao que los bolsillos de Ábalos un fin de semana en Ibiza. No es que tenga el hambre de un tigre bengalí tras unas vacaciones en un resort vegano, pero oye, algo hay que echar al cuerpo.
Bueno Doña Turieta, vayamos andando hacia el coche, que lo tenemos por el barrio de Amara a ver si atisbamos algo.
Encontramos un punto en el radar de google, puede valernos y, oh, milagro, hasta hay sitio en la terraza. Esta zona ya no es centro y está super tranquila.
El local es cuqui, muy pequeñito, vemos que hacen pintxos al momento, nos vale y nos encaja en esa situación.
Pan crujiente y producto de calidad. No hay florituras, no se necesitan. Servicio rápido y amable… lo manejaba todo una chica solita en la barra, a lo Juan Palomo